martes, 30 de septiembre de 2014

LARROQUE


¿Para qué habían servido los celos, las rencillas y los malos ratos? Por fin estaban todos allí, como en un viaje de egresados. Encerrados en un extraño lugar, a orillas de un mar helado. Todos amontonados, como renglones inútiles en un cuento olvidado. Se reprochan entre ellos, su tiempo desperdiciado. Simulan que no se importan, después de haberse extrañado. Hasta ese paraje han llegado. Son veinte ex compañeros del secundario. Juntos allí se han quedado, en el medio de un recuerdo, atrapados. Parecen disfrutarlo; pero por dentro están gritando que no quieren volver al pasado. Cada uno es su propio vampiro, y la sangre se ha chupado. En aquél cálido purgatorio, los veinte han sido confinados. Golpean las puertas del cielo nublado. Todos cargan su propio demonio, que los ha traicionado. Aunque parezcan juntos, todos están separados. Algunos están riendo con mueca de estar llorando. Y hay uno que está llorando; pero de reir no se ha cansado. Este último es quien esto escribe, escondido en un rincón ignorado. Casi una década ha pasado, desde que el secundario han terminado. Ahora son veinte recuerdos, todos mezclados. Las dedicatorias de fin de curso han sido un engaño. Lápidas frías, para los egresados. Ahora cada uno hace la suya, naturalmente, por su lado. Y diez años han pasado. A ninguno parece haberle interesado. Por eso han sido los veinte encerrados. Como en un retrato, inmovilizados. Como muertos de película, reanimados. Sin embargo uno del montón, sus nombres no ha olvidado. Veinte recuerdos para veinte nombres del pasado. Ellos no recuerdan; pero aún no han olvidado. Ahora que los festejos han pasado, las vacaciones han comenzado. Y sin embargo aquél viaje de egresados, jamás será realizado. Los años seguirán pasando, y quien esto escribe, seguirá imaginando. Más de una vez, equivocado. Tal vez algunos crean, o lo estén intentando. Aunque es probable que a la mayoría de ellos no les haya importado. Quien esto escribe, de reir se está cansando. Es que ya casi diez años han pasado.